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Monseñor Oscar Sarlinga

XXXmo. ANIVERSARIO DE LA PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y DE LOS PADRES ROGACIONISTAS

La parroquia de Nuestra Señora del Carmen, confiada a los Padres Rogacionistas, festeja:
“30 años de Presencia de los Padres Rogacionistas en Campana”
“30 años de la Creación de la Parroquia”
“Bodas de Oro Sacerdotales del P. Ernesto Butano”

Los Eventos realizados han sido:

22-09 -La noche de los recuerdos -
19,00: Santa Misa en la Parroquia
20,00: Recuerdos e imágenes de los 30 años: Salón Parroquial

23-09 -Aniversario de creación de la Parroquia del Carmen – Encuentro de las Comunidades -
19,00: Santa Misa

24-09 Capilla San Pedro:
18,00: Misa de oración por los enfermos, celebrada por P. Rufino Giménez Fines

25-09 Capilla San Felipe: Fiesta de Ntra. Sra. Del Rosario de San Nicolás
16,30: Santa Misa

26-09 -Fogón de los jóvenes – 20,00 hs.: En el Colegio “Padre Aníba di Francia”
Capilla San Pedro: 14,30 hs.-18,00 hs.: Jornada de Capacitación para agentes sociales, dictada por la Lic. Susana García de Lamberti

27-09 -Celebración 30 años de la Parroquia y Bodas de Oro Sacerdotales de P. Ernesto Butano -
Santas Misas: 8,00 hs.-19,00 hs.
11,00 : Bendición del tríptico de San Aníbal di Francia
11,30: Santa Misa solemne presidida por Mons. Oscar Domingo Sarlinga, nuestro Obispo diocesano, y concelebrada por el Padre Angelo P. Rufino (todos Rogacionistas), Mons. Galuppo, vicario general, P. Nestor Villa y P. Hugo Lovatto, cura párroco de la iglesia catedral de Santa Florentina.

A continuación se compartió un almuerzo con la comunidad.

A las 20 se ofreció un concierto.

En su homilía, Mons. Oscar Sarlinga destacó “(…) la «preexistencia» de San Anibal María Di Francia, al referirse a su continua dedicación a los demás, como fuente de Amor y paz, que provenían de su devoción a la Eucaristía”.

En efecto, el Padre Aníbal, compenetrado por la compasión de Jesús por “las multitudes cansadas y abatidas, como ovjeas sin pastor” (Mt 9,36), procuró difundir “Rogate” («rogad»), esto es, el mandato de Jesús de rogar al dueño de la mies por el don de los “buenos obrero para la miess”, sabiendo que difundía, de tal modo, un instrumento eficaz de evangelización y servicio de caridad, al punto que instituyó para los fieles la «Unión de oración por las vocaciones».

En cuanto a su vida, Aníbal María Di Francia nació en Messina (Italia) el 5 de julio de 1851 de una famila de la nobleza ciudadana. Jovencísimo, durante la adoración de la Eucaristía, fuente iluminadora de su vida, intuyó por inspiración divina la prioridad de la oración en la pastoral de las vocaciones. Los versículos del Evangelio “¡La mies es mucha, pero los obreros son pocos! Rogad pues al dueño de la mies, para que envíe obreros a su mies” Mt 9, 37-38; LC 10,2, fueron la luz de su vida y el manantial de su apostolado.

Desde joven percibió, muy clara, la vocación al sacerdocio. Animado del celo por la salvación y la protección de todas las personas, especialmente de los pobres y de los huérfanos, se dedicó a la promoción humana y espiritual de una de las zonas más pobres y degradadas de su cidudad, el barrio de Avignone.

Fue precisamente en aquel barrio, transformado radicalmente por su actividad apostólica, que inició los Orfanatos Antonianos (en 1882 el femenino, en 1883 el masculino) para acoger, socorrer y formar “civilmente y religiosamente” a la juventud más necesitada.

Atraídos por su carisma se unieron a él los hombres y mujeres que se comprometieron en el mismo apostolado. Así en 1887 fundó la Congregación de las Hijas del Divino Celo y en 1897 la Congregación de los Rogacionistas del Corazón de Jesús, con la tarea de vivir y difundir la enseñanza de Jesús sobre la necesidad de la oración por las vocaciones, y el servicio a los pequeños y a los pobres, también en tierra de misión.

El Obispo Oscar Sarlinga dijo además en su homilía que Aníbal María, hombre ejemplar, “(…) era un sacerdote culto y lleno de dedicación por las cosas de Dios y por la Iglesia, y que en su cultura tuvo especial cuidado en la predicación, y en la propagación de la devoción por la Eucristía, el culto a la Santísima Virgen María, los Santos, como amigos de Dios y como intercesores, y la manifestación de la particular devoción y espíritu de obediencia hacia el Papa como Obispo de Roma, Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo, así como de los Obispos, como Sucesores de los Apóstoles y legítimos Pastores del Pueblo de Dios, todo lo cual alentó profundamente en él el anhelo misionero, el cual se concretó con la fundación de la Congregación de los Rogacionistas, los cuales cumplen en nuestra ciudad de Campana su XXXmo. Aniversario de presencia misionera”.
El Padre Aníbal terminó su vida terrena, vivida en constante y creciente ejercicio heroico de las virtudes cristianas, el 1 de junio de 1927 en Messina (Fiumara Guardia). Su Santidad el Papa Juan Pablo II lo proclamó beato el 7 de octubre de 1990 y lo canonizó el 16 de mayo de 2004.

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